Amistades tóxicas en la adolescencia: cómo la comunicación afectiva puede marcar la diferencia

Crear un espacio seguro para que el adolescente se abra sin miedo es clave para gestionar malas influencias y tomar mejores decisiones.
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¿Sabías que las amistades tóxicas pueden tener un fuerte impacto en el bienestar emocional de los adolescentes? Este artículo explora cómo una comunicación afectiva y efectiva puede ayudar a gestionar la influencia de amistades negativas, fortalecer la salud mental adolescente y promover relaciones más sanas.

 

La adolescencia y la influencia de las amistades en la construcción de la identidad

En la adolescencia, las amistades son un pilar fundamental de la identidad de los jóvenes. Aunque los amigos pueden ser un apoyo esencial, algunas relaciones pueden volverse tóxicas, afectando la salud mental y fomentando comportamientos de riesgo como el bullying, el consumo de sustancias o incluso la autolesión.

Estas «amistades tóxicas en la adolescencia» presentan un desafío significativo, pero el apoyo familiar y una buena comunicación afectiva pueden ser claves para gestionar estas influencias negativas y fortalecer el bienestar emocional.

 

Cómo identificar una amistad tóxica: señales y ejemplos para padres y educadores

Reconocer una amistad tóxica no siempre es fácil, ya que estas relaciones pueden manifestarse de diferentes maneras. A continuación se presentan tres categorías clave basadas en investigaciones académicas para ayudar a identificar estas relaciones:

1. Manipulación y Control Emocional

Las amistades tóxicas a menudo incluyen un componente de manipulación emocional. Por ejemplo, un amigo puede desalentar al adolescente a seguir estudiando o cumplir con sus responsabilidades, incentivándolo a participar en actividades que no le benefician. Esta presión se acompaña frecuentemente de chantaje emocional, como «me dejas solo» o «pensé que éramos amigos, pero veo que prefieres a otros».

Estas actitudes crean un entorno donde el adolescente se siente culpable por intentar perseguir sus propios intereses o decisiones. Según un estudio publicado en el Journal of Youth and Adolescence, este tipo de relación, donde no se fomenta el compromiso académico o personal, puede derivar en una disminución del rendimiento y bienestar general del joven. (Fuente: Universidad de Oviedo)

2. Falsedad y Relaciones de Doble Cara

Otra señal clara de una amistad tóxica es el comportamiento de doble cara, donde un amigo muestra una actitud cariñosa y cercana en algunos momentos, pero cambia abruptamente cuando la situación deja de favorecerle. Este cambio puede ocurrir, por ejemplo, cuando hay otra persona presente que le interesa más.

Los adolescentes suelen percibir estas acciones como traición, y esta «falsedad» puede ser devastadora para su sentido de confianza. La investigación también sugiere que estas experiencias son muy comunes en la adolescencia y afectan profundamente el desarrollo de la autoestima y las habilidades de socialización. Este tipo de rechazo o favoritismo inconsistente puede llevar a sentimientos de inseguridad y ansiedad social en los jóvenes afectados.

3. Presión para Participar en Comportamientos de Riesgo

Una amistad tóxica también puede presionar al adolescente a involucrarse en comportamientos de riesgo, como consumo de sustancias, actividades ilegales o conductas riesgosas. Este tipo de presión directa o indirecta fomenta un ambiente peligroso y reduce la capacidad del joven de tomar decisiones seguras y autónomas.

De acuerdo con publicaciones académicas, las relaciones que inducen a conductas de riesgo están vinculadas a un aumento en los problemas de salud mental y pueden tener consecuencias negativas a largo plazo en la autoestima del adolescente y su bienestar general. (Fuente: Universidad de Oviedo)

 

El papel de la comunicación afectiva y efectiva en la gestión de las malas influencias

La “comunicación afectiva” basada en la empatía y el respeto ayuda a los adolescentes a sentirse comprendidos y apoyados, y es fundamental para el bienestar emocional. Este tipo de comunicación abre puertas para que los jóvenes expresen sus preocupaciones y evalúen por sí mismos las relaciones negativas. Principios como el interés genuino, preguntas abiertas y ofrecer un espacio seguro para expresar emociones ayudan a prevenir el impacto de las amistades tóxicas.

 

Estrategias de intervención: cómo acompañar sin imponer

Es esencial que los padres intervengan sin prohibiciones rígidas ni confrontaciones. Algunas estrategias incluyen:

  • Fomentar la reflexión personal: Ayudar a los adolescentes a evaluar si una relación les beneficia o perjudica, asegurándose de no influir en sus decisiones. Cualquier intento por parte del adulto de manipular o de guiarle en una dirección concreta generará rechazo y el adolescente se cerrará. El desafío de los padres o adultos es mantenerse con una actitud de acompañamiento y exploración, confiando completamente en la capacidad del adolescente para darse cuenta de aquello que no le beneficia, siempre alineado a los valores de la amistad.

  • Establecer límites claros y objetivos: Explicar los riesgos de manera impersonal, evitando relacionarlos con personas específicas. Cuando el adolescente tiene sentimientos de afecto o de cariño, o tiene necesidad de pertenencia a un determinado grupo, tiene más dificultad para ver con claridad los límites y los objetivos personales. Por eso, cuanto más impersonal sea la conversación, mejor, ya que juzgar a personas concretas puede enturbiar la claridad del adolescente para ver la cuestión, el riesgo o el peligro. Es fundamental que el adulto que acompaña sepa cómo generar una conversación de exploración sobre ese tema sin implicar personalmente a nadie. Una vez que el adolescente ha visto los límites claros, entonces es cuando podemos preguntarle si eso se ajusta o no a la relación que tiene con tal persona.

  • Sugerir actividades alternativas: Permitirles conocer nuevos grupos y fortalecer su independencia emocional. Es fundamental que los adolescentes tengan varios círculos de amistades. Para ello, siempre ha sido de utilidad los hobbies y las actividades extraescolares, que permiten tener más amistades más allá de las propias del instituto. Si el adolescente tiene tres o más grupos de amistades, percibe una red de seguridad mayor, lo que le permite tomar decisiones que le beneficien y cuiden de sí mismo, porque no percibe el riesgo de quedarse solo de una manera tan intensa.

Estas intervenciones ayudan a los adolescentes a gestionar mejor las amistades tóxicas y refuerzan su autonomía y salud mental.

 

Ejemplos de comunicación afectiva en casos de amistades tóxicas

A continuación, se muestran tres ejemplos de cómo un padre, madre o profesional puede dirigirse a un adolescente utilizando comunicación afectiva efectiva, de acuerdo al método COMfluir de Eleva. Además, se contrastan con frases comunes que tienden a generar barreras comunicativas:

Frase con barrera comunicativa: «Ese amigo tuyo solo te está metiendo en problemas, deberías dejar de juntarte con él.» Comunicación afectiva efectiva: «Parece que algunas de las decisiones que estás tomando junto a tu amigo no están saliendo como esperabas, ¿ees así? ¿Cómo te sientes?»

Frase con barrera comunicativa: «Te estás dejando influenciar demasiado, y no me parece bien. Tienes que pensar mejor con quién te relacionas.» Comunicación afectiva efectiva: «Tengo la impresión de que estar con este grupo de amigos para ti es importante, ¿ees así? Lo comprendo. Al mismo tiempo, ¿cómo te has sentido en esta situación? Me pregunto qué vas a hacer para poder sentirte bien contigo mismo en esta situación. ¿Qué es lo más importante para ti en esta situación?»

Frase con barrera comunicativa: «Si sigues con esos amigos, nunca te irá bien. Solo te van a llevar por el mal camino.» Comunicación afectiva efectiva: «Sé que tus amigos son muy importantes para ti, y entiendo que esto puede ser complicado. Estoy aquí para explorar contigo cómo estar bien y, si es posible, mantener las amistades que realmente sean sanas para ti.»

Es importante recordar que este tipo de comunicación no se puede aprender solo repitiendo frases, ya que perderíamos flexibilidad y naturalidad. La relación con un adolescente es dinámica y compleja, y debemos tener la capacidad de generar un espacio de conexión segura, independientemente de la frase específica o de la actitud del adolescente.

La comunicación afectiva permite un espacio seguro donde los adolescentes pueden expresar emociones sin sentirse juzgados. Los padres pueden fomentar el diálogo abierto, abordando temas como la presión social y la autoimagen, lo cual ayuda a los jóvenes a evaluar de forma más crítica sus relaciones y reconocer la influencia negativa.

 

Cómo formarse en comunicación afectiva: método COMfluir y Jornadas sobre Adolescencia

Para padres y educadores interesados en mejorar sus habilidades de comunicación afectiva, el método COMfluir ofrece técnicas útiles para conectar con el otro, ya sea un familiar, un compañero de trabajo o un cliente. Las herramientas de COMfluir fortalecen la empatía y comprensión en las interacciones. Una nueva edición del curso comienza en diciembre, y toda la información está disponible en: www.elevacoaching.es/curso/comfluir.

Asimismo, Eleva Coaching organiza las jornadas «Cómo cuidar a los adolescentes entre redes sociales y montañas rusas emocionales» los días 30 de noviembre y 1 de diciembre. Estas jornadas ofrecen herramientas prácticas para gestionar el impacto de las redes sociales y fomentar una comunicación afectiva. Pueden inscribirse y encontrar más información aquí:

Jornadas – Autoestima y emociones: Cómo Guiar a los Adolescentes entre Redes Sociales y las Montañas Rusas Emocionales

 

Conclusión: El poder del acompañamiento sin presión en la adolescencia

La comunicación afectiva y el acompañamiento respetuoso ayudan a los adolescentes a construir relaciones sanas y a proteger su salud mental frente a las malas influencias. En un entorno donde las amistades impactan profundamente en su desarrollo, el apoyo familiar y las herramientas de comunicación efectiva son esenciales para guiar a los jóvenes hacia el bienestar emocional.

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